El primer paso es el mas difícil, los sentimientos previos son paralizantes y alguna clase de instinto de supervivencia ( o conservación) provoca activar alerta de peligro y obstaculiza romper la inercia.
Me digo: No todo tiene que ser perfecto, soltar la expectativa del éxito, no hay binomio éxito-fracaso, hay procesos. Suena cliché, y lo es. Pero suele pasar que lo cliché te resuene tarde o temprano, cuando estas en la antesala justa de un camino inexplorado, por ejemplo.
Entonces abrazo la cursilería, y me entrego a la (mi) imperfección.
No me rindo.
Dicho esto y rota la inercia de iniciar, les doy la bienvenida a esta carta humilde, que buscar ser un espacio lento, sin apuros, de compartir procesos. A lo mejor en el camino, descubro porqué tengo la necesidad de hacerlo.
Voy a usar 3 tópicos para abordar diferentes procesos, que considero humanos y necesarios. Son la música, la lectura y la jardinería. Pensé sumar los procesos artísticos propios, pero creo que se va a hacer muy largo, entonces, lo separé en una carta aparte que pueden suscribirse si les interesa lo especifico, pero acá intentaré desarrollar otros temas de interés. O no, o sí. veremos.
ESTA CARTA ES UN PROTOTIPO DE PRUEBA. HAGAMOS DE CUENTA QUE ES UN ADELANTO, NO ES PROBABLE QUE SE MANTENGA EL FORMATO NI EL ESTILO, TODO ES SUSCEPTIBLE DE SER MODIFICADO.
Sobre escuchar música
Si hay algo que disfruto aunque lo vivo totalmente desde afuera, es la música. No me sale tararear ni la canción del chavo del 8, soy pésima para todo. Esa admiración, que en su momento me llevo a oscuros lugares de groupie que prefiero olvidar, logré canalizarla en el disfrute sin análisis. Además me gusta bailar, dicen que el que toca no baila, así que jamás me arriesgaría.
El año pasado pasé por un extraño bloqueo musical, no encontraba nada que me guste suficiente. Así que arranqué este año, pidiendo a ciertas personas, que me recomienden 3 discos, y armé una playlist. La fui curando porque claro que algunas cosas, ya de entrada, sabia que no iban conmigo. Algunos discos ya los había escuchado, algunos artistas me gustaban pero no les había dado suficiente atención. Así que enero fue de prestar atención, enfocándome en los discos. Por ahora, simplemente voy a compartirles mi Top 3. Dejaremos que esta sección evolucione para ver en que se convierte.
Extraordinary Machine, Fionna Apple
All born screaming, St. Vincent
Talkie Walkie, Air
Y si, tuve que dibujar el arte de tapa de estos discos
Ven un patrón ahí?, o mas bien, lo oyen? Me cuentan después.
Sobre el universo lector
Había una vez una niña que después de leer cierta trilogía de fantasía, jugaba a correr huyendo de los jinetes negros. El juego era correr y esconderse, y volver a correr. Eran buenos tiempos, en que los portones eran de madera con un pasador de alambre y la casa y la calle eran casi lo mismo, al menos para jugar. Es difícil crecer y ver como nos tuvimos que ir encerrando, y ya no es probable que sea una de las señoras de la vereda en el futuro, o tal vez si. Dije que no me rindo.
7 años tardé en terminar el profesorado, porque decidí hacerlo lento para compartir tiempo con mi hija que era bebé. 7 años en los que solo tenía libre las noches de verano para leer libremente.
Hace al menos 3 años que logré recuperar el hábito. Porque al principio lo que más disfruté fue no leer nada, al fin, sin textos pendientes ( ni exámenes ni trabajos prácticos). No fue fácil, y aún hay días, semanas en que no agarro el libro. Pero alguien llegó, o más bien se fue, tristemente, y me dejó la incansable ansia de leerlo todo. Y esa es Liliana Bodoc.
Llegué tarde para tener la trilogía firmada, lo siento Lili, estuviste ahí esperándome que te lea tantos años y yo tan distraída. Pero fue el momento justo, la manera correcta, no faltaba ninguno. Actualmente estoy a un tercio de terminar Los días del fuego, tal vez avanzo lento para que no se termine. En el medio de la trilogía, me fui enamorando con cuentos y otras hierbas de ella, como pude pasar tantos años sin conocer Los Confines!! Me prometí llenar mi biblioteca con su obra, no hace falta que sea físicamente, mi biblioverse también se compone de libros prestados. Hablemos de libros prestados en la próxima edición.


Sobre el Jardín
Tener un jardín, es como tener una rosa, por mil. Y aunque pareciera dado solo por tener el espacio, mantenerlo florido y abundante, equilibrarlo, sin volverse loca o abandonar, es mucho muy difícil. Es un trabajo para trabar relaciones invisibles con una misma y el espíritu de plantas, hierbas, insectos y otras criaturas, como aves y tal vez, hadas.
Cuando decidí, hace años, convertir un espacio definido del parque para llamarlo “mi jardín”, sabia que quería; muchas flores, insectos y pajaritos, además, un espacio para hacer picnic. A partir de eso pasaron mil cosas, y cada año se agregan mas objetivos, algunos en reemplazo de los cumplidos, otros grandes a largo plazo, como adosar un pedazo más para volverlo praderita, o hacer un estanque para sapos y una fuente para aves. Además los desafíos, que se vuelven objetivos; que las hormigas no lleguen a los rosales, que broten las semillas, que sobrevivan los trasplantes, que en verano no se seque nada, que en invierno no se hiele nada.
Al principio creía en “la mano verde”, ese dicho sobre la gente que es buena cuidando las plantas, como un don innato. Yo creía que lo tenia, pero lo que tenia era una vida de experiencia viviendo en ese entorno, creciendo y jugando con plantas y criaturas de índole jardinera. Me di cuenta cuando trabajé a conciencia, que la mano verde no es más que interés trabajado con dedicación y perseverancia. Se cultiva y se mantiene.
Este año puedo decir que mi jardín tiene todo lo que quería. Tanto en especies de plantas, como en criaturas. Claro, ahora después de 4 años de intentar con las amapolas, y que ya crecen solas cada primavera porque se adaptaron y se auto siembran. Tengo una lista de plantas que crece más de lo que me da el tiempo para conseguirlas, el hibiscus estuvo en la lista 1 año, hasta hace unos meses, ahora pasa al siguiente estado: Sobrevivir. Justamente ayer descubrí que un saltamontes le devoró todos los brotes, pero hoy vi una señora mantis, muy cerca del hibiscus, le pedí amablemente que si puede hacerse cargo de esa langosta, espero sea de su gusto culinario.
En otro orden, está la azalea, que aún no se deja conquistar. Van 3 fracasos. La tercera no fue la vencida, espero que sea la cuarta, no me rindo.
Tener aprecio y facilidad con las plantas, no es suficiente, hacen falta horas de atención, investigación, experiencias, cuidados. No es que quiera pinchar el globo de la fantasía, no es solo desmitificar a la mano verde y ya, sino reivindicar esa mano como mucho más, una mano amorosa que está al servicio de la tierra, que intenta conectar con los ciclos y eso sin renegar de la ciencia, al contrario. Lo que busco es la magia que se produce por la dedicación, abrazar el trabajo y el proceso.

